Apostando en Casino

Estrategias ganadoras: Apostando en Casino Buenos Aires online

Aunque no existen estrategias infalibles a la hora de apostar en un casino Buenos Aires online, si existen algunas metodologías básicas que pueden reducir el riesgo que asumimos en el momento de jugarnos unos pesos y por supuesto aumentar las ganancias potenciales de nuestra visita al casino. 

Lo importante en cualquier caso, es que te saques de la cabeza ideas como que podrás enriquecerte de la noche a la mañana o que ante una pérdida de dinero la mejor estrategia es doblar el riesgo. Ese tipo de enfoques son irresponsables y te aseguramos que no conducirán a que tengas una experiencia positiva. 

A continuación vamos a desmentir algunas estrategias que son muy populares no sólo entre los jugadores de los casinos Buenos Aires online, sino en general en todo el mundo y que al final benefician solamente a las casas de juego.

El mito de la Martingala

La Martingala se podría resumir de la siguiente manera, si haces por ejemplo una apuesta en un casino Buenos Aires online por 1.000 ARS y esta resulta perdedora, deberás hacer una más esta vez por valor de 2.000 ARS con el propósito de recuperar lo perdido y de asegurar la ganancia que dejaste de recibir con la apuesta original. 

La idea detrás de esta modalidad de juego es que dobles tu apuesta infinitamente hasta que una última jugada ganadora que garantice no sólo recuperarte de tus pérdidas, sino además una ganancia abultada que equivaldrá a la acumulación de las pérdidas que tuviste hasta ese momento del juego. 

Desde nuestra perspectiva de expertos en los juegos de casino sostenemos que se trata de una idea pésima. En primer lugar porque para que funcione necesitarás disponer de un presupuesto de juego prácticamente infinito y en segundo, porque quiebra el principio de que el juego debe mantenerse divertido.

Apostar siguiendo este patrón de juego puede conducirnos a acumular pérdidas irrecuperables y bien sea que estemos en un casino Buenos Aires online o jugando en un operador internacional, vamos a terminar frustrándonos y abandonando la partida.

La mejor estrategia es conocer el juego

Lo creas o no al menos un 40% de los jugadores que participan en las partidas en vivo de los casinos Buenos Aires online confiesan no conocer a profundidad las reglas del primer juego en el que se involucran. Esta sin lugar a dudas es una decisión equivocada y aunque no necesariamente provoque grandes pérdidas, no es la forma de generar ganancias. 

Si te gusta el póker online, asegúrate de estar en la capacidad de derrotar a tus compañeros de oficina en una partida cara a cara. Si no tienes un grupo social con el cual puedas compartir tu pasión por el juego, puedes remitirte a los RNG que tienen los casinos online en Buenos Aires y jugar sin apostar dinero real. 

Lo importante más allá de los mitos de jugadores que cuentan cartas y que esquilman a los casinos, es que entiendas exactamente lo que está sucediendo y que estés en la capacidad de tomar la mejor decisión en la medida en que la partida evoluciona. Asimismo, siempre puedes considerar utilizar un bono de bienvenida, de manera que impulses tus primeras partidas.

Las variables lo son todo 

No se equivocan los que dicen que cualquier juego de azar está fuertemente determinado por leyes matemáticas. Sin embargo, considerando la escala de nuestro presupuesto debemos ser conscientes de que no podremos apostar 100 veces fallidamente esperando una victoria con una probabilidad del 1%.

Por esa razón, es que lo primero que debemos observar cuando estamos jugando contra un casino Buenos Aires online es si nos enfrentamos a un jugador humano en el casino en vivo, o si por el contrario estamos poniendo nuestro dinero contra un Random Number Game (RNG). En el caso de las tragamonedas debemos tener en cuenta varianza y retorno al jugador siempre.

Ten en cuenta que a mayor ganancia potencial será siempre mayor el riesgo. Eso aplica tanto para los juegos de casino en vivo, como para los RNG. Mantener un equilibrio siempre entre ambas variables nos permitirá mantener el control sobre el presupuesto que usamos y reducir -al menos matemáticamente- los riesgos que estamos tomando.